lunes, 27 de septiembre de 2010

Y sigo buscando.

Anduve cabizbajo,
silente,
inconforme,
¿donde estabas cuando entonces mis pasos
despidieron a los tuyos sin decir siquiera adios?
Estaciones,
vagones de metro,
vendedores ambulantes.
Tanta gente y soledad
tanta mugre regada que ni siquiera se ha regado,
tanto encontrarte sin buscarte,
tantos tantos sin hablarme de ti...
sin hablarme de mí,
de mí sin tí.
Silencio.
Camino de nuevo dando la espalda al sol,
con la mitad de mi sombra.
Pierdo mis pasos.
Pierdo también la certeza de hallarme enclaustrado
en desespero por hablarme de ti,
de ella,
de esa misma que a tus pies quisiera encontrar.
La que me llevó en sus pasos.
Y sigo buscando tu huella entre mis sábanas, en la oscuridad.