A las once o a las doce
con las manos caminando tu piel
con el alma escuchando al viento
con mis pies lagartos de arena
lunas en los párpados
cuando llueve en la casa
guardamos el sol detrás de las ventanas
hay lunas en los párpados
en tu funeral y resurrección
en tu funeral y resurrección
cuando callo
me siento a tu lado
y te regalo la caída de las hojas
Las sombras van mordiendo las paredes
el sofá deja su quietud
te abrazo y vemos crecer el trigo
te cuento palabras
las riego sobre tus muslos
tus labios
las voy dejando enterradas bajo tu piel
para llenar los silencios
las voy dejando enterradas bajo tu piel
para llenar los silencios
Esto es lo que somos
porque los dioses han dejado de ser
porque los dioses han dejado de ser
nos diluimos lentamente
pero te tengo y te escribo
y te leo
y te descubro.
La botella se ha vaciado
nos bebemos de las comisuras de la boca
te recorro por los bordes
abrevando en tormentosos ríos y saciarlos de mi sed
Después el silencio
con lo que hemos callado
habremos dicho todo.
Después el silencio
con lo que hemos callado
habremos dicho todo.