viernes, 4 de febrero de 2011

Toda una vida.

Con la tarde quieta,
la playa, las aves,
todo quietud y atardecer
se toman las manos,
recuerdan, temblorosos,
con emoción,
lo que otros han olvidado,
las promesas de aves quietas al atardecer.

Miradas que dicen todo,
lenguajes que nadie entiende,
manos temblorosas que el tiempo detienen.

caminar lentamente, juntos.
La vida es ese cúmulo de silencios
que aprendieron para decir todo,
como esas sonrisas dando los buenos días
y apagando la luz.

¿Cuántos pasos?
¿Cuántas aves en la quietud de los ocasos?
¿Cuántas aves quietas?
Una vida, todo la define.

el brazo para apoyarse cada día hace más falta,
la sonrisa cada día más lenta
                        eterna.

Y ellos dando la espalda al mar,
la cara al sol sin voltear para devolver huellas
siguen de frente sobre la arena,
caminan sobre las olas.

se juraron amor eterno,
aves quietas
     y atardeceres tomados de la mano,
se juraron juramentos que nadie ya jura.
Hoy esperan en la quieta orilla
con las aves quietas y el sol frente a ellos
se miran y recuerdan,
se abrazan y se recuerdan.

RCardozo.02.04.11